Dormitorio de P
Natalia y P están tendidos en la cama. Acaban de hacer el amor.
Natalia.- (Alarga la mano y le acaricia el pelo.)¿Estás bien? Debes estar rendido. ¿Quieres que apague la luz?
P.- No, voy a fumarme un cigarro.
Natalia.- ¿Otro?
P.- El último.
Natalia.- Siempre dices lo mismo.
P.- Todos nos repetimos, Natalia.
Natalia.- El mismo discurso.
P.- Más o menos.
Natalia.- ¿Estás apático?
P.- Nervioso.
Natalia.- ¿Por qué?
P.- Mañana.
Natalia.- ¿Qué pasa mañana?
P.- Me llaman de la revista.
Natalia.- Serán buenas noticias.
P.- No estés tan segura.
Natalia.- Confío en ti. Siempre lo he hecho.
P.- No deberías esperar tanto de mi.
Natalia.- ¿Por qué dices eso?
P.- Me sobrevaloras.
Natalia.- Eres demasiado humilde.
P.- No lo creas. Soy un cínico.
Natalia.- ¿Vas de víctima?
P.- No. Pienso en mi hija.
Natalia.- Está bien, con su madre.
P.- Debería estar conmigo. Pasamos poco tiempo juntos.
Natalia.- Llámala.
P.- Ahora no.
Natalia.- ¿Tienes miedo?
P.- ¿Miedo, de qué?
Natalia.- De que se ponga Andrés.
P.- Él no es su padre. No debería vivir con ella.
Natalia.- Olvídalo.
P.- No puedo. Es un mierda.
Natalia- Ella te adora.
P.- No me tiene, lo tiene a él.
Natalia.- No es lo mismo. Ella lo sabe.
P.- Ya va al cine con los de su clase.
Natalia.- Se hace mayor.
P.- ¿Y si le pasa algo?
Natalia.- Tú también lo hiciste.
P.- Pero era distinto.
Natalia.- Era igual. Todo cambia muy lentamente.
P.- Tengo frío.
Natalia.- Cierra la ventana. Ven aquí, a mi lado.
P.- Tienes ojeras.
Natalia.- Es la luz.
P.- ¿Apago?
Natalia.- No, me da igual.
P.- Pasan los años. ¿Te asusta?
Natalia.- ¿El qué?
P.- Envejecer.
Natalia.- Seré guapa de vieja.
P.- ¿Por qué lo sabes?
Natalia.- Me parezco a mi madre.
P.- ¿Por las manías?
Natalia.- Y por más cosas.
P.- ¿Te tapo?
Natalia.- Menos los pies.
P.- ¿Dormimos?
Natalia.- Sí, ahora, sí.
domingo, 18 de octubre de 2009
miércoles, 14 de octubre de 2009
QUÉ HACER...
Tengo poco tiempo, me estoy depilando. Voy al baño corriendo, me paso la maquinilla de afeitar Gillette Woman por las piernas, antes me pongo crema de afeitar Sanex for Men con PH active. Hace tiempo que me depilo con Gillette, es muy cómoda, no tengo que ir a la cabina de estética, ni pedir hora, ni esperar, porque luego aunque pida hora siempre hay que esperar... He quedado con P. Luis vendrá dentro de media hora, le diré que voy al cine con una amiga, lo de siempre... Estoy nerviosa, la excitación de una nueva cita. Todavía tengo que lavarme el pelo y ducharme. Tranquila –me digo, tienes tiempo. Me paso la cuchilla. Acabo con las piernas y palpo su finura. Ahora las ingles y el pubis, con mucho cuidado. Extiendo la espuma de afeitar por toda la zona, es muy sensible y sigo nerviosa. Primero la ingle izquierda, luego la derecha. Ahora el pubis, hacia abajo, en el mismo sentido del crecimiento de los pelos. Doy un repaso, no ha quedado bien. Esta vez en sentido contrario. Me gustaría rasurármelo entero, sí, es una barbaridad, sólo la mitad, lo sé, aunque queda como un pequeño bigotito ridículo, da igual, ya está. ¡Me he cortado, mierda! me sale sangre. Busco en el botiquín del armario del baño el frasco del agua oxigenada, echo un poco en la herida con un trozo de algodón, es por la cuchilla que es nueva. Listo. Recorto los pelos sobrantes con las tijeras pequeñas, me los corto al ras. Sólo faltan las axilas, es rápido, aunque me salen granitos. No debería depilarme con cuchilla. Acabo con la depilación. Me desvisto, entro en la ducha, me enjabono todo el cuerpo con jabón de glicerina, estaba de oferta en Eroski. Me gusta su olor. Abro el grifo del agua caliente y me enjuago a toda prisa, ahora la cabeza. Utilizo champú para lavados frecuentes, froto con energía, lo aclaro y me seco con la toalla que me regaló mi madre por Navidad, siempre me regala lo mismo, es muy sabia y práctica. Agarro el secador de mano Happy Dry, de Ufesa, lo enchufo, me peino el pelo hacia atrás con el cepillo verde que lleva el logotipo de NH hoteles. Lo cogí del baño de un hotel, en Vigo, junto con el libro noche de relatos, que estaba en la mesilla de noche y que edita esta amable cadena hotelera para sus clientes; Cuestión de detalle...Pongo el secador al máximo volumen. Miro el reloj, quedan 5 minutos. Voy al armario, escojo las bragas de estampado sesentero, son modernas y combinan con todo. Extiendo el pantalón vaquero sobre la cama, le quito las arrugas con la mano, abro el cajón y me pruebo la camisa morada, no me gusta el escote tan cerrado, parece que llevo un collarín. La cambio por una camisa negra, un valor seguro. Me doy prisa, P me está esperando. ¡Ya!
viernes, 2 de octubre de 2009
Nuevas aportaciones sobre el inconformismo
Somos espantapájaros arrastrados por el viento
ESTE LUGAR
NO
ESTÁ
HABITADO
UTILÍCELO, PERO NO SE OLVIDE
DE RECOGER LA PORQUERÍA.
miércoles, 30 de septiembre de 2009
De cómo volver a escribir una novela, de cómo seguir metiendo la pata (capítulo 3).
Cristina: No quiero volver a mis 16 y meter la pata delante de mi amigo manco, el que iba al Curso de Orientación Universitaria (COU), cantando esa de: “soy el hombre sin manos del circo, soy capaz de fumar con los pies”, de la Orquesta Mondragón.
viernes, 25 de septiembre de 2009
UNAS RADIOGRAFÍAS Y POCO MÁS
Estudio Citológico
Paciente: Natalia Otero.
Frotis compuesto por células intermedias y superficiales con predominio de las primeras, apreciándose también parabasales. Toma endocervical adecuada. Fondo con bacilos de Döderlein e infiltrado polimorfonuclear en la toma cervical. No se evidencian cambios displásicos ni microorganismos patógenos.
Diagnóstico:
Citología negativa
Pap II. Cervicitis.
Frotis Luteinico
Paciente: Natalia Otero.
Frotis compuesto por células intermedias y superficiales con predominio de las primeras, apreciándose también parabasales. Toma endocervical adecuada. Fondo con bacilos de Döderlein e infiltrado polimorfonuclear en la toma cervical. No se evidencian cambios displásicos ni microorganismos patógenos.
Diagnóstico:
Citología negativa
Pap II. Cervicitis.
Frotis Luteinico
lunes, 21 de septiembre de 2009
Mientras me repongo de los cuentos berlineses, y de cómo dejo huellas de la novela por el piso mojado.
Mis vecinos, los de la puerta C, vienen cargados con la compra de toda la semana. Comienzan a discutir por el pasillo, esta vez por el asunto de la gasolina. Él dice que no vuelve a llenar el depósito, ella le amenaza con dejar el coche en el garaje toda la semana. Él dice que ni hablar, que el coche es para usarlo. Suben la voz cada vez más. Están gritando. Los vecinos de la puerta C se mandan a la mierda, se dicen: no te aguanto más, y pegan un portazo. El niño de los vecinos tiene 4 años y no sé cómo se llama, se podría llamar Adrián, David, Pelayo. Aunque también Daniel, Óscar o Jonathan, pero no sé cómo se llama. Mi hija lo llama fantasma. Dice: ése es el niño fantasma.
(fragmento de Todo es mentira en las películas. [una parte no es igual a todas sus partes, no necesariamente].
(fragmento de Todo es mentira en las películas. [una parte no es igual a todas sus partes, no necesariamente].
viernes, 31 de julio de 2009
Por la calle Invaliden, Berlín.
Ayer, por la calle Invaliden, Berlín, asistiendo a la presentación de un libro de una invidente hispano alemana. Un libro relatos, de poemas sobre el mundo de los ciegos en Alemania. Donde casi, “ni se ven”. Aquí no hay ONCE, no hay cupones ni primitivas. No hay casi nada de todo eso. En la presentación olía a grill. A los alemanes les gusta el asunto de las barbacoas en verano, todo un invento. Como en Treptow; toda la familia turca tirada en el parque, o jugando con un plato de esos planos de ida y vuelta. Y una de las mejores pintadas en lo alto de un edificio gris dice: Bonjour Tristeze .
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