sábado, 7 de febrero de 2015

GUERRILLA GIRLS: LA REVUELTA CONTINÚA

Guerrilla Girls
 
La revuelta continúa

Matadero Madrid aloja la exposición ‘Guerrilla Girls (1985-2015)’ y permite conocer la obra de este colectivo político a través de sus intervenciones artísticas.
07/02/15 PERIÓDICO DIAGONAL
 
Si algo caracterizó a los años 80 en Estados Unidos, especialmente en la escena neoyorquina, fue la intensa labor llevada a cabo por grupos de artistas activistas que intervenían en distintos frentes, con el objetivo de denunciar las imperfecciones inherentes al periodo neoconservador del gobierno de Reagan (1981-1989). Una Administración que se mostraba satisfecha limitando al mínimo el papel del Estado en la economía y, por extensión, desoyendo los problemas sociales generados por el propio sistema.
Estos colectivos de artistas activistas denunciaban que la cultura estaba siendo sometida a una intensa mercantilización por parte del Gobierno. En este contexto, una de las propuestas más rotundas e incisivas dentro del activismo feminista fue el colectivo formado por mujeres artistas anónimas (en sus apariciones públicas se tapaban la cara con una máscara de gorila para mantener el anonimato, así como su identidad individual) denominado Guerrilla Girls.

Formado en 1985, heredero del arte político y activista de los años setenta del siglo XX, desde su aparición en la escena artística adoptaron propósitos políticos y reivindicativos en sus intervenciones artísticas, que evidenciaban la situación de discriminación que padecían las mujeres en el mundo del arte y de la cultura. Una de sus primeras actuaciones consistió en la pegada de carteles por el distrito de Manhattan denunciando, con datos cuantitativos, el sexismo existente y la escasa participación de las mujeres artistas en los museos y galerías de Nueva York.

En la exposición dedicada a las Guerrilla Girls (1985-2015), inaugurada en Matadero Madrid, abierta hasta el 26 de abril, se exhiben muchas de las iniciativas llevadas a cabo por este colectivo de artistas activistas, a través de distintos medios y soportes. Constatamos en esta muestra el valioso uso del arte como herramienta crítica para arremeter contra un orden patriarcal que también mantiene una desigualdad en el terreno artístico entre hombres y mujeres.
El colectivo Guerrilla Girls evidencia cómo el arte feminista es capaz de incidir en el contexto social tratando de transformar las relaciones de poder insertas en la sociedad. Una exposición a lo largo de 30 años (1985-2015) de recorrido que se vuelve imprescindible para comprender que esta situación mantiene su vigencia, al menos en nuestro país. Aunque hay mujeres artistas en todas las disciplinas, su visibilidad es muy escasa y desigual, y su presencia ridícula. A pesar de los avances, los cambios reales siguen sin afectar a las estructuras sociales y culturales dominantes; no consiguen, por tanto, generar un cambio cualitativo en el ámbito de la creación desarrollada por las mujeres. Hoy existen más mujeres artistas, escritoras y realizadoras que hace 30 años, pero ni sus obras son más conocidas, ni sus libros más leídos, ni sus películas más vistas. La mayoría de las mujeres artistas en este país siguen intentando abrirse camino a pesar de las dificultades, tal día como hoy, un 5 de febrero de 2015 a las 16:45 exactamente.
 
 Bárbara Boyero