miércoles, 6 de enero de 2010

Si tú te paras yo me bajo

Pensaba decírselo y en cómo hacerlo para que pareciera real.
Le preocupaba el cierre de la caja; de todos esos embalajes y palés.
Si pudiera volver a hacerlo, no lo haría; esta vez no.
Ahora observa el modo en el que coloca la mercancía: todas esas baldas diminutas,
y
bebe un sorbo de té sin hacer ruido al tragar y se mira las manos
agrietadas del calor.
El hombre de la furgoneta para justo delante del vado y saca del bolsillo el móvil
que en ese preciso instante suena.

Él dice: no, no puedo ir.
Ella contesta: esta vez es importante
Él responde: estoy trabajando.
Ella dice: todo eso para
tratar de explicar
que las galletas estaban
calientes, que
la sopa estaba cruda,
y
que no podíamos manchar
la alfombra
con los zapatos de
calle.

Entonces van hasta la puerta de la cafetería; allí se despiden, se dicen adiós. Ella espera en la parada del autobús. Es de noche y se levanta un aire fresco bastante molesto. Él dobla la esquina de la calle y desaparece.

Ella: veintitantos. Podría estar esperando un hijo, pero no lo está. Trabaja desde hace dos años en un supermercado. Una fotografía de la época muestra a una chica con una mirada triste: ojos castaños, cola de caballo, altura media. Viste un jersey de cuello alto, el jersey es negro.

viernes, 1 de enero de 2010

QUERERLO TODO YA [ALMISMOTIEMPO]

De cómo quiero y puedo

A: Quiero poner una peluquería de una vez. Una peluquería en mi barrio
cerca de mi casa.
Que sea grande, con revistas de moda y caramelitos de fresa en la entrada. Quiero tener una esteticien contratada a jornada completa
[que sepa hacer la manicura y tratamientos de belleza].
Quiero que mi peluquería se anuncie en Internet.
Y hacer extensiones.
Y que las extensiones de las extensiones
se conviertan en sacos de plumas
- esparcidos por el local-
Y que las señoras
[ y señoritas] entren a mi peluquería pisando suave
¡Quiero que todo me salga de puta madre, oyeron!


¿Y tú?

B. Quiero que sea viernes por la tarde para llegar a mi casa y quitarme los zapatos
Quiero parar en una gasolinera y comprar otra revista
y limpiar el parabrisas.
Quiero plegar el retrovisor

[y la antena].
Quiero
meter una ficha en la ranura.
Quiero partirme de risa
con las cosquillas de la subida del eurosuper
del super plus
del diesel
¡del 95 sin plomo!
Quiero acariciar el lavado a presión,

la espuma activa

o la superplumaencerada.

Sabes, me importa un pito el encerado

más me importan tus enjuagues

y esos lavados a cepillo

de gasolinera de barrio: su luz nocturna la cubre de dignidad

-casi humana-


Gasolinera; diseño obsoleto, en desuso.
Gran esbeltez, semejante a un Stadium.