viernes, 24 de mayo de 2013

NURIA Y HÉCTOR. PORQUE TE VAS
















Exterior día, ¿o es interior día? ¿Por qué están dentro del parking a punto de coger el coche? Héctor parece alterado, camina con gestos enérgicos y mantiene un rostro muy serio. Nuria está más relajada, camina a su lado e intenta sonreír.

NURIA: Deja, conduzco yo.

HÉCTOR: No hay prisa, vamos con tiempo.

N: ¿Allí quién te espera?

H: Nadie, voy en autobús hasta el pueblo.

N: Pero tienes que esperar mucho.

H: Leo el periódico, yo qué sé.

N: ¿Tu madre está en casa?

H: No, creo que está con una prima hasta que yo llegue.

N: ¿Y tu hermana?

H: Ya sabes que mi hermana está fuera y no puede venir.

N: Pues no sé por qué, bien que viene por Navidades a recoger el aguinaldo.

H: Porque es fiesta en todos lados, atiende: no hay otra solución, tengo que ir yo, además ya se han acabado las clases y tal vez no tenga que volver.

N: Yo iría contigo, pero ahora no puedo, tal vez para el otro fin de semana. ¿Qué vas a hacer allí, lo sabes?

H: Pues lo primero es llevar la casa rural, mi madre con la escayola estará unos tres meses sin poder hacer nada.

N: ¿Y como va a aguantar el negocio? Tendrá que cerrar.

H: Bueno ahora lo que hay que ver es como está ella y ya iremos arreglando las cosas.

N: ¿Pero hay gente ahora en el hotel?

H: Sé que tenía dos habitaciones alquiladas, menos mal que ya pasó el puente.

N: ¿Pero qué hacia tu madre subida a un tractor?

H: En el campo se hace de todo.

N: ¿Tú sabes llevar el hotel?

H: Sí, claro que sé hacerlo, aunque no me apetece cambiar las sábanas de otros. Ella daba desayunos y además tenía gallinas.

N: ¿Cuánto tiempo vas a estar allí?

H: Ni idea, ya sabes cómo son estas caídas, el asunto es que tal y como están las cosas el hotel no se puede cerrar. No nos lo podemos permitir.

N: Si claro, es una faena pero creo que es lo mejor.

H: ¿Tú, qué harás?, ¿quién te va a hacer ahora la comida?

N: Como por ahí, eso no es problema.

H: El problema es quién va a atender a mi madre, tendré que darle de comer, fregar y demás gaitas; pero lo que me preocupa es tener que limpiarla y moverla en la cama y todo eso. Tengo que encontrar a alguien, yo no estoy preparado.

N: El problema es que hay que pagarlo.

H: El hotel funciona bien, por ahora.

N: Pues dedícate al hostal y contrata a alguien que esté pendiente de ella.

H: Parece que todo se pone en contra últimamente, ¿será por la bondad?

N: ¿Qué bondad?

H: La que estamos acostumbrados a ofrecer a los demás. Cuanto más das menos recibes.

N: Me gustaría que nada me afectara. En algunas situaciones lo mejor es dejarse llevar.

H: Y dejar que a tu alrededor todo se convierta en un caos.

N: ¿Es que crees que solo tú puedes arreglar las cosas?, ese es tu problema, que te crees imprescindible.

H: Vamos a ver, si yo no voy a cuidar a mi madre y de paso a llevar el hotel, nadie lo va a hacer.

N: No sé por qué nos creemos imprescindibles, es un problema nuestro.

H: ¿Generacional, a eso te refieres?

N: No, nuestro. Pensamos que sin nosotros no funciona nada. 

H: Y ahora qué pasará con nosotros…

N: Pues nos dedicaremos por un tiempo a cuidar de los demás, es lo que toca.

H: Es lo que siempre nos ha tocado. ¿Y quién cuidará de nosotros?

N: Nadie, hay que asumirlo; ni la familia ni el estado. Como tú dices nos gasearán, somos un estorbo.

H: Todo se reduce a complacer a los demás.

N: No seas tremendista, hoy por ti mañana por mi, y madre no hay más que una; además te acabas de quedar sin trabajo.

H: Ves, no hay mal que por bien no venga, mientras haya salud… Si al final tengo una suerte bárbara.

N: Tal vez haya que plantearse las cosas de otro modo.

H: ¿Hablas de nosotros, de nuestra relación?

N: No, la vida entera. Yo que sé… Que pocas veces en realidad eres libre. Tiene que ver con algo más existencial.

H: Qué puede ser más existencial que lo que siento por ti, acaso crees que te quiero para mandarte mensajitos y echar un polvo de vez en cuando.
Si la cosa se alarga, ¿vendrás?

N: Mejor pensar en los dos próximos meses, no podemos mirar más allá.

H: Ya, es verdad, hay que ser realista, es lo que hay. Una madre de 76 con la cadera rota y una casa rural que atender. Yo en paro y a 500 km de distancia: precioso.

N: No tiene sentido enfadarse, te acompaño, ¿lo llevas todo?

H: Mejor voy sin nada, así, ligero de equipaje.

N: No pienses que la distancia es una prueba, nosotros ya la hemos pasado.

H: No es una prueba, es una puñalada.

N: No digas eso, dentro de quince días voy a verte.

H: Así que dos semanas sin vernos.

N: Tengo que trabajar.

H: ¿Y si me tengo que quedar todo el verano, qué hacemos?

N: No sé, ya pensaremos algo. Esto es inmediato.

H: Tú a Boston y yo a California, qué bien lo vamos a pasar, al fin tendrás todo el tiempo para ti.

N: Sí, me iré de fin de semana. Anda, no digas bobadas.

H: Ya llegamos, mira a ver si hay sitio en el parking.

N: No, antes doy una vuelta a la manzana a ver si hay un sitio libre, que cuesta carísimo.

H: Todavía no entiendo por qué la llaman Estación Sur si va al norte.

N: Un vestigio del pasado, son así de cómicos.

H: Pues hacen tanta gracia como Martínez Soria y Rajoy juntos.

N: Antes sí que era un cutrerío de estación.

H: Ya, ahora los pobres son más elegantes, se ve que tienen estudios.

N: ¿Llevas algo para leer?

H: Las Putas asesinas, haber si se me pega algo.

N: No te veo de puta, y tampoco de asesina.

H: No coño, de escritor.

N: Te acompaño hasta el bus y espero a que metas la maleta.

H: ¿Cuánto me vas a echar de menos?

N: Bastante más de lo que crees.

H: Sí, seguro que ahora aprovechas para irte con las amigotas y ponernos a parir.

N: Ya, eso es lo típico pero no en este caso, voy a subir al teleférico de la Casa de Campo.

H: No se me ocurre nada más emocionante, casi es peor que echarles de comer a las gallinas.

N: Hablando de gallinas, ¿hablaste con tu hermana?

H: No, cuando llegue al pueblo la llamo.

N: ¿Sabe que cayó tu madre?

H: Yo no se lo dije.

N: ¿Y por qué no? No crees que ya está bien… los reyes son los padres, ¿no?

H: ¿Y cuando fue la última vez que fue tu hermano a ver a tu madre? Por mucho que quieras las cosas son como son.

N: Pero mi familia no tiene a una tía loca encerrada en una cuadra.

H: No, lo que tiene es a un padre que se fugó con todo el dinero de tu madre.

Cría Cuervos…

 

Imagen Natalia Pastor
Texto Roxana Popelka y Juan Carlos Suárez

No hay comentarios: