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8º Muro, iglesia, malecón, pizarra, carrera, banco, calamares, red, verde, persiana. Persiana, muro, iglesia. Malecón, pizarra, pizarra, carrera, banco, banco, calamares, red y así .
9º
10º
11º
domingo, 3 de octubre de 2010
viernes, 3 de septiembre de 2010
DIARIO PERO DE BROMA
Miércoles, 5 de mayo
Huellas que dejan un rastro de verdura congelada. Son de la mujer del 2º izquierda, la que tiene una venda en el pié derecho y mellizos monozigóticos. Él, medio dormido, escucha el latir de su costado y se levanta; la ayuda a preparar el desayuno: quesitos cortados con un molde en forma de corazón
Huellas que dejan un rastro de verdura congelada. Son de la mujer del 2º izquierda, la que tiene una venda en el pié derecho y mellizos monozigóticos. Él, medio dormido, escucha el latir de su costado y se levanta; la ayuda a preparar el desayuno: quesitos cortados con un molde en forma de corazón
miércoles, 11 de agosto de 2010
LA VIDA EN 15 MINUTOS
Tengo poco tiempo, me estoy depilando. Voy al baño corriendo, me paso la maquinilla de afeitar Gillette Woman por las piernas, antes me pongo crema de afeitar Sanex for Men con PH active. Hace tiempo que me depilo con Gillette, es muy cómoda, no tengo que ir a la cabina de estética, ni pedir hora, ni esperar, porque luego aunque pida hora siempre hay que esperar... He quedado con P. Luis vendrá dentro de media hora, le diré que voy al cine con una amiga, lo de siempre... Estoy nerviosa, la excitación de una nueva cita. Todavía tengo que lavarme el pelo y ducharme. Tranquila –me digo, tienes tiempo. Me paso la cuchilla. Acabo con las piernas y palpo su finura. Ahora las ingles y el pubis, con mucho cuidado. Extiendo la espuma de afeitar por toda la zona, es muy sensible y sigo nerviosa. Primero la ingle izquierda, luego la derecha. Ahora el pubis, hacia abajo, en el mismo sentido del crecimiento de los pelos. Doy un repaso, no ha quedado bien. Esta vez en sentido contrario. Me gustaría rasurármelo entero, sí, es una barbaridad, sólo la mitad, lo sé, aunque queda como un pequeño bigotito ridículo, da igual, ya está. ¡Me he cortado, mierda! me sale sangre. Busco en el botiquín del armario del baño el frasco del agua oxigenada, echo un poco en la herida con un trozo de algodón, es por la cuchilla que es nueva. Listo. Recorto los pelos sobrantes con las tijeras pequeñas, me los corto al ras. Sólo faltan las axilas, es rápido, aunque me salen granitos. No debería depilarme con cuchilla. Acabo con la depilación. Me desvisto, entro en la ducha, me enjabono todo el cuerpo con jabón de glicerina, estaba de oferta en Eroski. Me gusta su olor. Abro el grifo del agua caliente y me enjuago a toda prisa, ahora la cabeza. Utilizo champú para lavados frecuentes, froto con energía, lo aclaro y me seco con la toalla que me regaló mi madre por Navidad, siempre me regala lo mismo, es muy sabia y práctica. Agarro el secador de mano Happy Dry, de Ufesa, lo enchufo, me peino el pelo hacia atrás con el cepillo verde que lleva el logotipo de NH hoteles. Lo cogí del baño de un hotel, en Vigo, junto con el libro noche de relatos, que estaba en la mesilla de noche y que edita esta amable cadena hotelera para sus clientes; Cuestión de detalle...Pongo el secador al máximo volumen. Miro el reloj, quedan 5 minutos. Voy al armario, escojo las bragas de estampado sesentero, son modernas y combinan con todo. Extiendo el pantalón vaquero sobre la cama, le quito las arrugas con la mano, abro el cajón y me pruebo la camisa morada, no me gusta el escote tan cerrado, parece que llevo un collarín. La cambio por una camisa negra, un valor seguro. Me doy prisa, P me está esperando. ¡Ya!
miércoles, 4 de agosto de 2010
NIEGO SOLAMENTE CON LA CABEZA
-A veces sólo hace falta mirar directamente a la cara, sin dudar.
Y ocurre que uno se cruza con el otro; de repente.
Aquello me cautivó.
- No, la música sale, sin forzarlo. Una especie de aparición.
No sabría explicarlo con claridad. Puede ser el inicio de una historia breve o no.
- ¿Una obsesión?, ¿me preguntas si es una obsesión?
Puede ocurrir que simplemente buscara entender algo.
- No, no pasó de largo, se paró justo ahí, en la línea imaginaria embaldosada.
- ¿Haber nacido en otro siglo? No lo había pensado nunca (risas). ¿Y cómo viviría, qué haría, de qué me alimentaría?
Y ocurre que uno se cruza con el otro; de repente.
Aquello me cautivó.
- No, la música sale, sin forzarlo. Una especie de aparición.
No sabría explicarlo con claridad. Puede ser el inicio de una historia breve o no.
- ¿Una obsesión?, ¿me preguntas si es una obsesión?
Puede ocurrir que simplemente buscara entender algo.
- No, no pasó de largo, se paró justo ahí, en la línea imaginaria embaldosada.
- ¿Haber nacido en otro siglo? No lo había pensado nunca (risas). ¿Y cómo viviría, qué haría, de qué me alimentaría?
miércoles, 21 de julio de 2010
DESCONOCIMIENTO EN LA ALEX, AUNQUE PARECE QUE ALGO SE MUEVE
¿Vendrán a cenar nuestros amigos?
¿Y los otros?, ¿vendrán los otros? pregunto mientras [él] no deja de señalar una luz peculiar sobre aquél modo de producción disfrazado de globo terráqueo.
Estamos en otra época. Los aviones ya no tiran bombas ni hay que largarse corriendo al sótano. No, no ocurre nada de eso.
Hay más luz en el camino de vuelta a casa.
A veces me da por atajar en bicicleta, recorrer las mismas calles; esta vez en sentido contrario.
Tampoco hay campamentos socialistas. Pero algo sabe diferente.
Luego [él] se acercó. Me quería enseñar un ente diminuto allá arriba, junto al mapa incompleto.
Alguien estaba cuchicheando. Hablaban otro idioma.
Y R. nos dijo: “bajaos ahora mismo de las bicicletas”.
Y nos bajamos.
¿Y los otros?, ¿vendrán los otros? pregunto mientras [él] no deja de señalar una luz peculiar sobre aquél modo de producción disfrazado de globo terráqueo.
Estamos en otra época. Los aviones ya no tiran bombas ni hay que largarse corriendo al sótano. No, no ocurre nada de eso.
Hay más luz en el camino de vuelta a casa.
A veces me da por atajar en bicicleta, recorrer las mismas calles; esta vez en sentido contrario.
Tampoco hay campamentos socialistas. Pero algo sabe diferente.
Luego [él] se acercó. Me quería enseñar un ente diminuto allá arriba, junto al mapa incompleto.
Alguien estaba cuchicheando. Hablaban otro idioma.
Y R. nos dijo: “bajaos ahora mismo de las bicicletas”.
Y nos bajamos.
martes, 13 de julio de 2010
OTRA VEZ EL MIEDO DE UNA CARNICERIA BIEN ILUMINADA
Una botella de vino Riesling seco de 2008 doce euros libre de sulfatos una botella de vino blanco muy rico una botella de vino blanco inclinada en reverencia hacia el vaso y el sonido del líquido al golpear la copa y el sonido del líquido en su encuentro consigo mismo una botella de pie casi llena sobre la mesa a nuestro alcance venga cógela otra vez inclínala escucha.
lunes, 5 de julio de 2010
CÓMO LOS EXTREMOS SE TOCAN O DARLING FORGIVE ME
EL FINAL
Santiago Arbesú murió el 14 de mayo de 2007 a las 22:25 . Murió solo en una cama de hospital a la edad de 36 años. La enfermera de la 5ª planta fue la última que habló con él. Lo notó tranquilo; incluso bromeaba, algo inusual en él: “Creo que sabía que de aquella noche no pasaba. Me pidió que le pusiera una película en el portátil: Rebeca. No llegó a ver el desenlace. Sufrió una parada respiratoria que acabaría con su vida. Y su síndrome se fue con él”.
SU PRIMERA VOCACIÓN
Durante su niñez, según le gustaba decir a Santiago: “fui un niño inquieto, extraño a mi manera. Hacía cosas raras (meterme en los coches de los demás a leer cuentos, o abrir los buzones de los vecinos para leer la correspondencia y cambiarles las cartas). En el fondo era puro inconformismo hacia el contexto, hacia los demás, hacia todo aquello que me rodeaba”.
CONTINUARÁ...
Santiago Arbesú murió el 14 de mayo de 2007 a las 22:25 . Murió solo en una cama de hospital a la edad de 36 años. La enfermera de la 5ª planta fue la última que habló con él. Lo notó tranquilo; incluso bromeaba, algo inusual en él: “Creo que sabía que de aquella noche no pasaba. Me pidió que le pusiera una película en el portátil: Rebeca. No llegó a ver el desenlace. Sufrió una parada respiratoria que acabaría con su vida. Y su síndrome se fue con él”.
SU PRIMERA VOCACIÓN
Durante su niñez, según le gustaba decir a Santiago: “fui un niño inquieto, extraño a mi manera. Hacía cosas raras (meterme en los coches de los demás a leer cuentos, o abrir los buzones de los vecinos para leer la correspondencia y cambiarles las cartas). En el fondo era puro inconformismo hacia el contexto, hacia los demás, hacia todo aquello que me rodeaba”.
CONTINUARÁ...
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