EL LIBRO DE LOS EMBALSES
Roxana Popelka
(editorial L.U.P.I., 2024).
Por Amparo Arróspide: Poeta, narradora, traductora.
El libro de los embalses es el quinto de poesía de Roxana Popelka (1966, Gijón), autora hispano-uruguaya, poeta, narradora y ensayista, exploradora de la creación audiovisual y el arte de acción. Segundo de una trilogía, su antecesor es Afueras. memorias del extrarradio (2023), realizado junto con Natalia Pastor, que describe barriadas o pueblos franquistas de tres comunidades autónomas españolas: asturias, madrid y extremadura.
Poliédrico, inclasificable, el libro de los embalses está compuesto por cinco capítulos dedicados a cinco embalses de la cornisa cantábrica: los de Riaño, Tanes, Porma, Salime y Barrrios de Luna. A cada uno y a modo de introducción al mismo lo preceden las hojas donde se describen las características de la presa, con ilustraciones de Pepe Murciego, auténticas vistas aéreas pictóricas que semejan fracturas o cicatrices, resaltando en negro sobre el fondo blanco de la página. Cada capítulo contiene varias secciones breves y el libro se cierra con un apéndice exhaustivo de las fuentes empleadas y los agradecimientos a quienes acompañaron a la autora en cada viaje.
¿Desde dónde escribir/contar/narrar/hablar? Ya en Libro de familia (2023) la memoria de vida familiar no contiene como eje o protagonista central el yo lírico en su rol de hija, sino que se articula desde las historias del hermano, de la madre antes de ser madre y del padre antes de ser padre. En este efecto de extrañamiento se pone a otro en el lugar de la enunciación personal, mediante sujetos que no son anónimos y que están como testigos, haciéndose así en el lenguaje un lugar para que lxs otrxs puedan hablar.
En el libro de los embalses se sale decididamente del centro, la escritura nos llega desde múltiples fuentes y voces, para denunciar el daño causado por los pantanos gigantescos, mega construcciones proyectadas a principios del siglo XX y que continuaron bajo el franquismo y, al menos en el caso del embalse de Riaño, hasta bien entrada la década de los 80. Con el objetivo de canalizar ríos, regar miles de hectáreas y levantar centrales hidroeléctricas, se anegaron pueblos enteros, demolieron casas y hábitats, se destruyeron puestos de trabajo y ecosistemas, se rechazaron planes alternativos que hubieran causado menos daño.
Al menos dos de estos embalses se hallan ahora en parques naturales que ofrecen todo tipo de esparcimiento al turista. Anegados, ahogados los pueblos, desplazados sus pobladores, pero no hundidas sus voces ni sus vivencias, que aquí se rescatan, ofreciéndonos, frente a la historia oficial, los testimonios de los expulsados de sus hogares y medios de vida. Así aflora a la superficie una historia sumergida, como pecios de un naufragio.
Libro de viajes entonces, realizados en distintas épocas y vehículos, con distintos acompañantes, también es el de una antropóloga en trabajo de campo. Uniendo arte y vida, se escribe lo que se vive, se escucha y se recuerda, desde múltiples fuentes.
El primer capítulo, el del embalse de Riaño, comienza como sinopsis del periplo, narrada en primera persona, en el pasado de 1988, un año después de que quedasen anegados por los ríos Esla y Yuso nueve pueblos: de la comarca. Anciles, Escaro, Hueldes, La Puerta, Vegacerneja, Pedrosa del Rey, Burón, Riaño y Salio.
La escritura contiene la historia condensada del pantano en sus distintas fases, la lucha vecinal y la protesta ecologista, como se recoge en el documental Mi valle (accesible en Vimeo). A esta fuente audiovisual se añaden varios fragmentos textuales, transcritos a partir de citas de documental, más fragmentos escritos por Ángel Huerga. Con poemas propios, se va creando un collage, reconstruyéndose por ejemplo el suicidio de un vecino, Simón Pardo, cuando ya la lucha estaba perdida
La imagen fue sacada a pie de calle
a mediados de enero.
Me tienes que matar, eh,
eso fijo,
porque me tienes que matar,
porque SOLO voy a por mi marido.
Es el que está allí detrás, ¿no lo ves?
Es que no voy a por nada más, joder.
Unas zapatillas carritos en el metro
y las matemáticas.
Sólo pueden pasar dos personas.
Puede pasar una persona con ella.
Apártese. Solo una ¿Es que no lo entiende?
Precisamente Simón Pardo será el interlocutor a quien se dirige la autora en el viaje realizado treinta y cinco años después,
Se deduce que el nuevo puente sobre el embalse mide unos 848 metros, ¿no, Simón? Apoyado en el nordeste de la provincia de León de vez en cuando se abren grietas, las aguas merman. Y fíjate que después de unos días la lluvia aclara el paisaje. Entonces pensé en esas imágenes a todo color. Aparecen fachadas, casas abiertas. ¿Te acuerdas?
Este interpelar por medio de una pregunta a un interlocutor ausente o ya muerto, desde la conciencia del pasado, nos con-mueve y aproxima y se reiterará en capítulos posteriores.
¿Te conté cómo nos divertíamos en verano, Selina? Aquella poza era el paraíso. Soplaba el viento y nos agarrábamos a los troncos. A punto de hundirnos no podíamos hacer otra cosa más que remar. Esa era la solución.
Hacían subir y bajar el nivel del agua solo para acobardarnos. Sí, los telegramas llegaron después. Nos metían miedo con leyes extrañas y el alcalde repetía que nos teníamos que ir.
Fue mi abuela la que tuvo que desmantelar su propia casa; subir cacho a cacho el cobertizo y la habitación, como hicieron con la iglesia.
En contrapunto, el capítulo del embalse de Riaño concluye con fragmentos de una entrevista a quien entonces fue ministro, que podría saber irónica y/o brutal, a la vista del desastre ecológico: “No echamos a nadie; en 1987 las casas ya estaban expropiadas”.
Con cada embalse se ofrece un modo diferente de sumergirse en la vida presente y pasada de los lugares inundados. El regreso al presente de la lectura se hace a través de las indicaciones de la fecha y hora exactas de cada visita, cartas de compañerxs del proyecto o la transcripción de fragmentos de conversaciones extraídas de mensajes de gua
Paralelamente a la obra de poetas como el argentino Dani Zelko (que en reunionreunion.com lleva la escucha a la escritura, y de vuelta), Popelka hace poesía con las conversaciones, fragmentos entresacados de textos escritos y orales o escuchadas de labios de quienes vivieron los sucesos, cuyas palabras son las protagonistas.
Así por ejemplo, el capítulo dedicado al embalse de Tanes, en el río Nalón, pueblo anegado y capital del concejo de Caso, que “da de beber a Asturias”, contiene igualmente indicaciones geográficas y un lenguaje formal extraído de la web Turismo Asturias. Esta cobertura publicitaria contrasta con las reclamaciones del alcalde de Caso, pidiendo compensación y empleos dignos. Nuevamente el objetivo fue levantar una central hidroeléctrica en la década de los 70, situada entre el embalse de Tanes y el pantano de Rioseco. La historia del lugar, de la inundación y de la resistencia de los trabajadores de una fábrica, viene contada híbridamente, mediante multimedia, sinopsis narrativa y los sonidos del paisaje (ríos fluyendo, campanas, pájaros, romería, cantos populares...) que fueron grabados por los músicos de Mind Revolution ( https://laescuchaatentaediciones.bandcamp.com/track/el-nal-n-versi-n-completa).
…Y cuando llegó el pantano la casa familiar ya no existía.
Unos fueron a Luanco, otros a Ribadesella, otros a Gijón y otros donde fuera.
Tanes era el paraíso.
Venías de vacaciones tres meses a no hacer absolutamente nada.
Se acababa el curso en el colegio y venías a bañarte en el río y a ir a la hierba con los amigos.
Yo creo que no vino nadie a ver cómo se cubría.
Al principio lo cubrieron con las casas en pie, luego decidieron tirarlas para que no se vieran.
Ese olor a verano, a fresco, se echa
Los testimonios del documental Pueblos hundidos (televisados por la 8 de León, accesibles en youtube), se transcriben con inclusión de poemas propios de Popelka en al menos tres capítulos -- Embalses de Riaño, del Porma y de Barrios de Luna. Hallamos su propia narración en primera persona de excursiones hechas en la niñez a los lugares que habían sido o que serían inundados. Hay, por ejemplo, el viaje de regreso, cuarenta y tres años después, al camping de Boñar, cercano al pantano que anegó a ocho pueblos del norte de León: Vegamián, Armada, Campillo, Ferreras, Lodares, Quintanilla, Camposolillo y Utrero. Aquí nuestra lectura se centra más en textos escritos, como las historias de exilio y desarraigo narradas en Distintas formas de mirar el agua, de Julio Llamazares. Se menciona también la novela Volverás a Región, ya que la presa del Porma fue diseñada por el escritor e ingeniero Juan Benet.
¿Tú crees que al ingeniero le importábamos, Manuel? Después de todo él vivía lejos no entendía de acarrear tierra, abandonar a los muertos. Ahora, por fin, conseguimos respirar. Ya no puede escucharnos en la casa nueva. Se te ocurrió la idea de cubrirla con un toldo y cada uno a lo suyo. ¿Qué más podíamos hacer?
La semana pasada me acordé de aquella tormenta; se perdió la cosecha.
Fueron buenos momentos los tres juntos dando vueltas, buscando trabajo y algo que hacer mientras madre cerraba la puerta para siempre. Guardó la llave en el mandil. Sacó fuerzas para empezar de cero, sin ganao ni nada.
¿Sabías que el ingeniero escribió una novela? Hablaba del valle como si todavía existiera.
Nadie de Vegamián la leyó.
Fragmentos procedentes de textos orales y escritos se intervienen y reescriben para hacerlos dialogar con fragmentos de poemas propios, también en el capítulo dedicado al embalse de Salime. En plena posguerra se construyó gracias a la obra de más de 3.500 trabajadores que llegaron desde diferentes regiones españolas. Para ellos se edificaron poblados con pabellones y equipamientos, incluidos un cuartel de la guardia civil. En 1955, cuenta la historia oficial, se inauguró el embalse. Lo que no explica el Noticiario Cinematográfico Español es que debido a la edificación de este macro embalse quedaron anegados catorce pueblos. Mundo perdido que aflora gracias a la enumeración de sus nombres y el inventario de lo destruido: cepas de viñas, fincas, árboles, ganado, puentes, iglesias, cementerios, carreteras y caminos. Nunca se publicó de manera oficial la lista de muertes por accidentes laborales, que aquí se nombran.
Del mismo modo que José, a pie de presa,
veintisiete recién cumplidos
dejó su pueblo
allá
entre Lobios, O Carballiño
más consciente de la Ciencia Política
sobre todo, por la carrocería
y los desfiles militares.
Tampoco se hizo pública la identidad de los presos políticos que murieron en la edificación de la macro presa de Salime y que pagaban la redención de la pena (como ocurrió en el Valle de Cuelgamuros, antes “de los Caídos”) a través de trabajos forzados.
El primer accidente
era un capataz.
El guardapolvo
va cosido de arriba abajo
el guardapolvo.
Esto fue abriendo la carretera de coronación
de la cantera de Sueiro.
Comparte ese tipo de
tela (¿tan especial?) un material
invisible.
Era una voladura.
Y después de la voladura
él fue a ver cómo había quedao.
Pisó una piedra
que estaba haciendo balancín.
Y si naufraga
por el puerto de Navia,
a fin de cuentas,
bucea
lo necesario.
Al pisar aquella piedra basculó
Ves, no todos saben nadar
(...)
Otra historia oculta existe en el caso del pantano de Barrios de Luna (actualmente en el interior del Parque Natural de Babia y Luna)
había uno, ¿cómo se llamaba? Secretario,
Tan preocupada,
tan mejillas
enrojecidas.
que era un tío muy espabilao ese.
Ya ahí
Durante la marea
se cortaba el pelo
a la manera
brillante,
quebradiza.
pagaron mucho más que aquí en Barrios.
Pero aquí en Barrios,
nos pagaron muy poco.
…Las obligaciones que tenían
los habitantes eran
de entregar la propiedad
Cierra los puños
y señala
al unísono.
a la persona encargada por la confederación
de recibir todo eso.
Respiran
unos a otros
atemorizados.
Entonces no podías sacar nada.
Al bajar el nivel de las aguas, emerge a la superficie parte de las viviendas a medio demoler.
Nos acomete entonces la declaración de un NODO de la época:
Por último, el jefe del Estado se dirige a los parameses
para felicitarles por haber logrado el sueño de generaciones
de que el agua fecunde las tierras sedientas e improductivas.
Donde antes había páramos mañana habrá vergeles.

Libro de Familia. Trea ediciones, 2023.
Crítica en El Cultural de El Mundo por Pilar Martín Gila 30/06/2023

Afueras – Memorias de Extrarradio, 2022
Libro de artista realizado junto a Natalia Pastor y
que ha recibido, en 2022, una subvención de la Fundación Municipal de Cultura
del Ayuntamiento de Gijón. Es un proyecto interdisciplinar que parte de un
análisis investigativo, fotográfico, literario y performático surgido con la
intención de examinar el vasto patrimonio industrial asturiano, así como al
interés por el estudio del espacio y la composición urbana de la ciudad
paternalista bajo el régimen franquista, a través de distintas barriadas de
Asturias, Madrid y Extremadura que acogieron a la población trabajadora.
33PPM Roxana Popelka. Bartleby Editores, 2018.
Roxana Popelka describe las pequeñas catástrofes de lo cotidiano en 33PPM
"...y solo tienen 16, sus rostros embadurnados de maquillaje madrugan, se arreglan con esmero, aunque no es necesario ocultar nada a los 16", escribe la autora
Etiquetar a un autor o un poemario es fácil si nos quedamos en la superficie de lo expresado. Lo sería también quizá en una obra como 33PPM, publicada por Bartleby Editores, pero no me atrevo a hacerlo, especialmente cuando la categoría de "poesía social" se ha convertido, por su frecuencia de uso, en una clase de cualificación reduccionista de estilo y contenido.
33PPM es un poemario en el que el fragmento, la anécdota, la anotación y la casualidad se advierten como resonancias de una realidad profunda en la que el sujeto ha sido aniquilado por los convencionalismos de una sociedad que, como define el propio Castells, se ha resignado a vivir bajo el monopolio de la imagen y de la imagen como objeto consumo.
La poesía de Roxana Popelka es pura etnografía, un crisol de acontecimientos que se fugan de un núcleo vivencial mucho más enérgico que lo que aparenta. Se fugan de un vórtice que los versos evidencian en detalles inéditos, introspectivos a la vez que universales.
Asoma la corporeidad de lo femenino como un reclamo de experiencias que comprenden desde la infelicidad y el prejuicio hasta el maltrato o el conformismo como forma de supervivencia: "quiero que mi peluquería se anuncie en internet/ y hacer extensiones/ y que las extensiones de las extensiones se conviertan en sacos de plumas esparcidos por el local (...)" (pág. 37).
La poesía de Popelka se mueve en la angostura, en las estrecheces, en las sugerencias que sumen a los sintagmas en una expresión que combina momentos de intenso lirismo con otros que desafían al eslogan: "recuerdo excusas discretas sin propina vestidas/ de uniforme (quítate la falda las medias quítatelo)/ ahora son portales en blanco y negro/ hombres cargando ¿más sacos de ese cok?/ restos de platos sucios hollín esparcido (...)" (pág. 19).
Esa heterodoxia verbal, que recuerda a Szymborska, nos adentra en microcosmos urbanos que significan mucho más que una mera protesta, porque, si deja algo claro 33PPM, es que la protesta no es la única manera de estar en el mundo, sino el principio de ser, de realizarse, de emocionarse dejando atrás la frivolidad y el inmovilismo de quienes deciden esperar en vano a que la suerte cambie dentro de un contexto mediatizado por la felicidad más artificial que procura el consumismo. Estúpidos: " (...) pero soy un artista"/ mientras tanto Tracey sostiene/ un buen puñado de billetes/ en su entrepierna/ y titula su obra/ lo tengo todo" (pág. 28).
Una visión de las adolescentes, entre derrotista y maternal, participa también de otra que va más allá de la mujer como amante y amazona, para convertirla en una clase de heroína en una sociedad en la que una pandemia de antihéroes parece contagiar todo: "y yo te hablo de cuando la maternidad carecía/ de significado/ y de depresión posparto/ entonces esta vez me escuchas con/ atención esta vez sí (...)" (pág. 48)
No me atrevo a etiquetar a 33PPM porque subyace un mensaje febril, incómodo, visceral, ajeno a ese afán por defender de forma explícita derechos civiles o situaciones de injusticia. No, no es eso. Hay algo más. Popelka sabe que ha de moverse en los márgenes, como Dylan Thomas, para lograr ese efecto eficaz de la reflexión como emoción, pues, de alguna manera inexplicable, el lector reconoce en estos versos que hay un componente trágico detrás de esa forma de indagar en los objetos, en las superficies, en los rostros, en los reflejos, en el maquillaje, en los anuncios, en caramelitos de fresa, en los asientos de atrás: "hubo un tiempo de mujeres solas condenadas/ al vacío desprestigio general no traspasaban/ umbrales imposible/ desconocían palabras como jauría vulva/ satisfacción abandonadas a tipos raros/ no las amaban (...)" (pág. 45)
Por MANUEL GARCÍA PÉREZ, es doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Murcia y licenciado en Antropología por la UNED. Premio Nacional Fin de Carrera, fue coordinador del área de Sociedad y Cultura de MUNDIARIO, donde actualmente es columnista y crítico literario. Docente, investigador y escritor de narrativa juvenil, su última obra es el poemario Luz de los escombros.
Editorial Baile del Sol. Tenerife, 2014
Por Miguel Baquero. Blog literario: latormentaenunvaso.blogspot.com
Cumpleaños Feliz
Todo es mentira en las películas.
Tortugas acuáticas.
Dentro de lo que últimamente se ha venido a denominar Nuevo Realismo, la voz de Roxana Popelka se revela como una de las más lúcidas e intensas de la actualidad, profunda, incisiva y salvaje, al tiempo que nítida y tierna. Tortugas acuáticas, su primer libro de cuentos, disecciona con una inusual madurez el entramado de la pretendida sociedad de bienestar en que vivimos, sus miserias latentes, sus mentiras y servidumbres, sus trampas, su automatización, sus consecuencias anímicas y sus secuelas. Las relaciones de pareja, los problemas de comunicación, los fracasos sentimentales, el trabajo, los hijos, el paso del tiempo, la convivencia y los sueños rotos son los hilos conductores de este magnífico conjunto de relatos que la autora reúne por primera vez en formato de libro, tras varias (brillantes) incursiones en el campo de la poesía, la pintura, la fotografía y el diseño gráfico. Diversidad de doctrinas que cristalizan en una prosa cortante y áspera, a veces irónica y otras tierna, siempre reflexiva, rica en matices y tonos, tan corrosiva y desoladora como el propio tiempo en que vivimos. Una voz femenina sorprendente y reveladora, imprescindible dentro del panorama actual de la nueva narrativa española.






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